domingo, 28 de septiembre de 2014

Querido a[m]igo.

Recuerdo que lloré mucho. Aquella noche apenas pude dormir. Los días que precedieron a la fatal desgracia fueron peores. Los medicamentos formaban parte de mis noches para conciliar el sueño. Recuerdo que tu imagen aparecía en mi subconsciente cuando dormía,permanecías sonriente,como siempre. Y nos vigilabas a todos,ejerciendo un papel de padre que no tenías por qué hacer. Recuerdo mi almohada llena de lágrimas. La realidad golpeaba con fuerza y mi cabeza se negaba a admitir lo inevitable: habías muerto. Recuerdo cuando empezaban a sonar tus canciones y la habitación se hacía tan pequeña que no podía respirar. Recuerdo que huí y lloré otra vez. Y recuerdo que sentí que desde arriba me consolabas. A veces es como si no te hubieses ido, creo que es ahí cuando más te echo de menos. Recuerdo. Y cuando recuerdo vives...

No hay comentarios:

Publicar un comentario