Nunca quise quererte,sólo sucedió. Accionaste algo que llevaba mucho tiempo roto y eso me asustó. Quizás fuera eso uno de los motivos por el cual nunca avanzamos. Pero no me arrepiento, porque quererte es una de las mejores cosas que he hecho nunca. Estar contigo me hace bien y aunque no lleguemos a ser nada no quiero alejarme de ti porque me mantienes con vida. Puede que me equivoque, que malgaste un tiempo que nunca volverá, que sea una locura. Pero si no hacemos locuras en nuestra vida,¿para qué vivimos? Y puede que lo arriesgue todo a algo que no pueda ganar pero bueno,ya estoy perdida y no hay marcha atrás.Será cuestión de de dejar que todo siga su curso.

Martes trece.

Vivo en un eterno martes trece. Todos mis dias se llenan de mala suerte. Cuando nací se cruzó conmigo un gato negro, rompí un espejo, pasé por debajo de una escalera, derramé sal y abrí un paraguas dentro de casa.
La suerte digamos que no está de mi parte. Le sonrio a la vida y la vida misma me escupe en el ojo. No fui tocada por la suerte, alguien se cargó a mi angel de la guarda y mi consciencia ha hecho las maletas y se ha largado porque no soporta vivir en este infierno. Digamos que no guardo ningún As bajo mi manga,no hay plan B,digamos que mi vida parece un paripé. Vivo una trajedia invertida,donde los del otro lado la ven como una comedia. No sé quien soy,ni que hago aquí y tampoco sé si hay algo por lo que valga la pena vivir.

Quizás.

¿Soy yo o eres tú?, ¿O fuimos nosotros intentando ser algo de lo que nunca nos dimos cuenta?
Quizás nos quedamos a medias. Tú querías algo, yo quería. 
Quizás interpretamos cosas diferentes y por eso nunca salió bien porque directamente no salió.
Quizás todo sea un montón de quizases que no lleguen a ninguna parte. ¿O sí? ¿O no?
Quizás haya segunda parte,pero dijeron que nunca fueron buenas, así que conociéndote pasaríamos a la tercera. Porque tú eres así. No hay una palabra que te defina, tu nombre te define, la única explicación que hay para encontrarle un sentido a tus actos es el simple hecho de que eres tú, y a todo el mundo le vale.
Y siguiendo la sencilla teoría de que eres así porque eres tú quizás todo pase,o nunca pasará,o no haya pasado nada. O ya ha pasado todo. Quizás esté pasando y quizás sea cuestión de tiempo y quizás la respuesta esté en dejar de buscar quizases y dejar que todo ocurra, que todo fluya,así como tú, así como nosotros,así como yo.

La verdad es que no sé como me siento. 
He estado tanto tiempo sufriendo que cuando por fin llegó alguien para sacarme del pozo, resultó ser que me empujó más adentro. Y es difícil intentar escalar otra vez hacia la cima cuando no hacen más que hundirte hacia la desesperación y la soledad.

Pierdo la cordura cada vez que veo esa silueta, esa sonrisa, esos ojos...
Me producen inquietud y angustia. Porque la misma mano que me sacó del castigo es la que me deja caer y nunca sé si quiere sacarme cuando aparece o viene para hacer más cruel mi tortura.

Y ya no confío en tu rostro. Lo mismo que me atrajo hacia ti es lo mismo que ahora hace que me aleje.
Y no quiero que me tientes más porque cuando más me alejo, más te acercas. Cuando me quedo quieta,tú ni lo intentas, y si doy un paso hacia ti, te alejas. Así que si solo eres un mero súbdito de la melancolía, la soledad y el dolor; que solo estás aquí para que mi pena nunca cese, aléjate y no me mires nunca más a los ojos, porque yo no quiero sufrir por ti, porque no quise sufrir el día en que te conocí y decido no sufrir con tu presencia ni tu ausencia, decido no sufrir por nadie más.

Pero si me equivoco, si esta vez quieres cambiar las cosas, quieres cambiar mi dolor por ¿que sé yo, amapolas? Te invito a vivir en el lado izquierdo de mi pecho. Te invito a compartir nuestra soledad y melancolía. A cambiar tus penas por todas mis alegrías. Te invito a cenar los lunes, a ver pelis los domingos, a bailar los sábados, a cantar los miércoles. Te invito a sonreír siete días a la semana, los 365 días al año sin fecha de caducidad y te invito a recordar momentos nuestros, pero sobretodo te invito a aprender, a disfrutar y a ser tú mismo.   

Porque por muchas cicatrices que tenga se ve que nunca se me pasan las ganas de confiar. Nunca pierdo la esperanza de que no me vas a fallar y de que esta vez puede que sea verdad y de que por fin las cosas vayan a salir bien.